Con un celular y una bici creó su propio medio de comunicación.
El joven que sueña y hace soñar, que se ilusiona y cree que a puro pedal puede llegar lejos. Premiado, querido y popular.
Damián Celiz es periodista, es cronista de exteriores, es editor, es productor, es camarógrafo. Damián Celiz es una marca, es su propio sello, es una impronta, es un deseo, un sueño, es una esperanza, es el que creó un canal de noticias… es el joven que se hizo así mismo.
Damián necesitó dos celulares, mucho tiempo frente a una computadora, tutoriales de Youtube y una bici para armar un canal de televisión, el más popular de Ezeiza. Él quería estar en la tele, trabajar en la tele. Por eso visitaba seguido las tribunas de los programas. Nunca fue un improvisado, su objetivo estaba claro y su estrategia también: “Tenés que hacerte conocer con los de seguridad primero, después por el resto”.
Santiago Cichero / AFV
Encontró una rendija por donde colarse, la idea era entrar y quedarse. Él se construyó una posibilidad, agarró dos celulares y se contestó la pregunta que le hizo a un colega ¿si vos podes ser periodista, por qué yo no?, se edificó sobre su propia fuerza, puso la meta y fue por ella.
“Yo iba a las tribunas de los programas. Fui a Tinelli, a la tribuna de Telefe, luego a la de combate en Canal 9. Después dije basta de tanta tribuna, ¿por qué tengo que estar detrás de una valla? Yo tengo que hacer un programa igual que ellos”, se dijo y me dijo en la entrevista que pactamos en tan solo unas horas.
Estuvo puntual a las 16.30hs, en la esquina del Hospital de Ezeiza. La lluvia podía estropearlo todo, bajaba y subía la intensidad, pero no parecía querer detenerse. Lo reconocí al instante, estaba al lado de uno de los canteros altos y largos que adornan las veredas de toda la manzana. Me presento y me saluda con un golpe de puño. A su lado había una bicicleta con una rueda en el manubrio.
Tenía puesto una campera negra grande de esas que espantan el frío con sólo verla, un jogging azul y zapatillas deportivas negras. El barbijo negro le daba más profundidad a sus ojos castaños que estaban escondidos bajo sus parpados.
Al principio Damián contesta lo que se le pregunta, no más. El inicio de la charla es un ida y vuelta, pregunta, repregunta y respuesta. Luego de unos minutos, confía y se suelta.
Siempre supo lo que quería, incluso cuando sólo le quedaba desistir, cuando pensó que volver a vender cartones o entregar estampitas en el tren era la única opción, cuando el éxito ni se le arrimaba, no lo conocía.
Cuando pensó en dejar todo volvió a intentarlo: ¿Si vos podes ser periodista por qué yo no?, la pregunta era una misión, luego de intentar con canal 1 y tener 30 seguidores, Damián pensó que cambiar de nombre era la solución: “Canal 4 de Ezeiza”, ahora su página supera los 30 mil seguidores y está presente en todas las redes sociales. En Facebook dice que su canal siempre está abierto, Damián está atento a la primicia, a la nota, se le anima a todo, no se achica ante funcionarios o personas de renombre, para él entrevistar al presidente es sólo cuestión de tiempo.
Hace un año recibía el premio Caduceo a la labor en periodismo comunitario que entrega el Consejo Profesional de Ciencia Económicas de la provincia de Buenos Aires. Días después Damián estuvo en el piso de Crónica TV y todos los vecinos de Ezeiza lo vimos en la tele ese día con Santo Biasatti.
Santo abrió el bloque con elogios para Damián, lo llamó colega y lo invitó a pasar con una gentileza que derretía la pantalla. Él caminó hacia el atril donde estaba Santo con la estatuilla en la mano, la sujetaba fuerte, la mostraba, se lucía.
“Estamos acá en vivo en Crónica HD”, se presentó así mismo, nunca deja el traje de periodista, de presentador. Llevaba una sonrisa enorme.
“Siempre me gustó estar en los medios de comunicación, todavía falta la meta de trabajar en un medio grande como Crónica HD”, decía sin apuros en el piso del noticiero. Porque si hay algo que le sobra a Damián es atrevimiento.
—Yo seguí con el canal 1, pero no teníamos éxito, entonces decidí cambiar el nombre del canal y empezó a llamarse “Canal 4 de Ezeiza”— contaba Damián al aire.
—Pero no sólo tuviste éxito porque le cambiaste el número, hiciste más cosas— Santo le refrescaba la memoria.
Damián filma, entrevista, edita y sube la nota la Facebook y a Yotube, todo en unas horas y en videos que no superan los diez minutos, salvo que genere audiencia. Como director y dueño de su propio medio él sabe lo que mide, lo que emociona, lo que vende, lo que le puede abrir puertas y llevarlo a las grandes ligas, por eso no dudó en ir a la toma de Guernica, le llevó 50 minutos en bicicleta y un susto, allí en la toma no fueron muy amables con Damián.
“Canal 4 de Ezeiza” se consolida como medio regional, esa frontera la atravesó cuando se animó a ir en su bicicleta más allá del distrito. Damián no espera la oportunidad, la busca, sabe que para lograrlo debe ir un nivel más arriba.
Se formó como periodista sólo. Es autodidacta, aunque fue a la Escuela 501 de El Trebol. Damián cuenta que no sabía leer, que un certificado dice discapacidad grado 3. Ese mismo certificado que hoy se niegan a renovarle y que pone en riesgo su pensión.
Todos los días se levanta para estar un poquito más cerca de su sueño, la tele, trabajar en un “canal grande”, tener un sueldo para no volver a juntar cartones, para vivir de lo que sabe hacer: Periodismo.
